El pasado día 11 se ha celebrado la tercera manifestación antitaurina en
El Puerto de Santa María, realizando una “performance” ante la plaza de
toros para mostrar gráficamente el profundo rechazo que esta práctica
sangrienta y cruel produce en la mayoría de españoles.
Con esta manifestación se ha querido expresar al mismo tiempo la indignación por la reciente política propagandística del toreo entre los menores que se ha emprendido en muchos ayuntamientos españoles, y entre ellos el de El Puerto de Santa María.
Muchos activistas,
jóvenes en su mayor parte, han expresado su condena a este espectáculo
violento y se han coreado consignas como “¡No más sangre con nuestros
impuestos!”, “¡Tauromaquia abolición!”, ¡”Niños a la playa y no a la
plaza de toros!”, “¡No más toros y más educación!”, ¡”Maltrato animal al
Código Penal!”, entre otras.
Con el pretexto claro y declarado de crear afición y de conseguir que la fiesta llegue a tener futuro, se la justifica con el fin de promocionar unos supuestos valores
del espectáculo. Nada está más lejos de la ética que el fin justifique
los medios, y en este caso, se ha propuesto como fin la continuidad de
los toros, incluso por encima de educar a los menores en la crueldad.
Ante el miedo y
desesperación de que los últimos cartuchos se acaban, ante la certeza de
que no va a haber un relevo generacional pues la tauromaquia está
caduca, es cruel, es sanguinaria y constituye en nuestro país una
excepción en todas las normativas sobre protección de la vida animal y
del medio ambiente, ¿qué es lo último que se viene poniendo en práctica
con el apoyo de las instituciones?
Pues lo que
recientemente hemos tenido que ver en localidades como El Puerto,
Sanlúcar de Bda., Los Barrios, Pozoblanco, Córdoba: visitas guiadas a
las plazas de toros y explicaciones sobre la lidia a niños, clases de
toreo de salón para niños en plazas públicas o plazas de toros; charlas
de toreros en los colegios de enseñanza primaria con clases de toreo
incluídas, reparto de entradas gratuítas en los institutos de enseñanza
secundaria para novilladas, etc.
Respecto a este
asunto de la visualización de un espectáculo violento por menores, todas
las quejas presentadas ante el Defensor del Pueblo y ante la RTVE han
sido desoídas, con divagaciones y argumentos sin base científica y
sin una intención manifiesta de documentarse sobre qué dicen los
múltiples estudios científicos en cuanto al efecto de los espectáculos
violentos en la salud mental de los niños.
.
Detalle curioso de la jornada fue que al querer fotografiar el resultado de la obra de arte
a la salida del desolladero de la plaza, esto no fue permitido por la
autoridad, pero sí se dejó a dos niños observar in situ durante todo el
tiempo el macabro espectáculo del traslado a los camiones de los cuerpos
y vísceras despedazadas de los toros, actividad a la que al parecer
asisten regularmente cada vez que hay corrida.
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